jueves, 14 de enero de 2010

La piedra de Thalis. Capítulo 1.

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-Sarah, ¡Sarah!
-¿Qué? ¿Quién? ¿Qué pasa?
-Eh, tranquila Sarah, no pasa nada.¿Estás bien? ¿Qué has visto?
Por fin puedo ver con claridad, en estos minutos me he quedado exhausta por la visión. Siempre me pasa lo mismo, excepto porque no he visto nada -todo era negro- pero algo susurraba mi nombre y…, no se, ahora estoy tan confusa que…
-Sarah, ¿Estás bien?- Bueno y ahí está Criss- ¿Qué has visto?
- No era nada Criss, una bobada, estoy bien.
- Bien, pues. Toma- Me tiende una bandeja con refrescos múltiples- Son para la mesa ocho.
Cojo la bandeja y me voy con mis patines a la mesa ocho.

Mi nombre es Sarah Thomas, tengo 21 años y vivo en una ciudad del este de España, aunque no nací aquí, es mas, no se donde nací. Desde que era pequeña he ido viajando de unos lugares a otros. Soy huérfana, pero he vivido siempre con tía Martha –aunque no es mi tía- y con Rue, mi hermana pequeña.
Hace dos años que trabajo de camarera en el bar Beautiful, con mi amigo Criss.
Aunque todo lo que he mencionado anteriormente parece pertenecer a la vida normal de una chica normal, no es así, ya que mi vida no es normal y yo, menos aún. Pues desde hace unos tres años mi vida se reduce a encontrar la piedra de Thalis para devolver el Poder a mi mundo, o al mundo del que según tía Martha y Shey yo procedo. Este mundo se llama Eldun y dicen Shey y tía Martha –que son los únicos que han estado en Eldun y saben cosas sobre él- que es otro satélite de la Tierra, como la Luna. Lo que pasa es que está rodeado de niebla y no se ve ni desde naves espaciales ni desde la Tierra, pues cuando los rayos del Sol llegan a Eldun la neblina hace que se filtren –y los eldunenses tengan luz solar- y así si miras al cielo Eldun queda oculto por la neblina, que tiene pinta de nube. Y una nube es lo que los terrestres ven en vez de – según Shey- mi planeta.
Y, aunque sea ya mayorcita todo esto aún no me entra. Shey dice que solo nosotros somos quienes tenemos que encontrar la piedra de Thalis, pues solo una médium, que soy yo, con la ayuda de unos magos, como Shey, Criss, tía Martha o Rue; podemos llevar la piedra a Eldun. En estos momentos Shey estará en la biblioteca de casa intentando encontrar la piedra.

-Aquí tienen- Les digo a los clientes de la mesa ocho, doy media vuelta y vuelvo a la barra con Criss.- ¿Te ha enseñado Shey nuevos hechizos?
A pesar de que Shey y Criss tienen la misma edad Shey es el maestro de Criss y Rue, algo que me hace gracia, pues hay veces que entro a la biblioteca de casa y veo a Criss y Rue sentados en una pequeña mesa y a Shey preguntándoles la lección. Nunca se la saben.
-Sí- Dice Criss.- Nos a enseñado a Rue y a mí algunos hechizos para defendernos.
-Eso está bien.
En ese momento alguien que entra al bar capta mi atención. Es un chico de unos veinticinco años. Es alto y moreno de piel, de espalda ancha. Tiene el pelo negro -como la noche, al igual que sus ojos- que le cae en cascada hasta la barbilla.
Entonces comienzo a caer por un abismo negro, es una de mis visiones.

1 comentario:

  1. Enhorabuena por tu nuevo blog, que ha costado pero al final ya está hecho.

    Bueno, pues a seguir con tu historia, y ya sabes que me gusta mucho.

    Hasta la próxima.

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