jueves, 1 de julio de 2010

13.

-Es asombroso lo que nos parecemos, ¿A qué sí, hermanito?
Kesh deja ver una expresión de odio en su rostro al ver a Keyla sentada en una de las sillas.
- No hace falta que hagas nada, no tengo intención de hacerte daño- dice dibujando una fugaz sonrisa en su joven rostro-, aún.
- ¿Qué quieres?- dice Kesh, desafiando a Keyla, sin dejar que su voz tiemble un ápice a pesar de lo incómodo que se siente en aquella situación-.
- Quiero que me cuentes tus planes, discúlpame, pero no los entiendo. ¿De parte de quién estas, Kesh?
- ¿Y tú, Keyla, de parte de quién estás?
- No me enfades y contéstame, Kesh.
- No tengo porqué. He llegado a la conclusión de que aparentas más de lo que eres. Tan solo eres una niña que juega a ser una Diosa, y bien sabes que no es así, tendrás sangre de todas las razas y todo lo que tú quieras, pero eres maga y telépata, como yo. No somos tan diferentes, no eres tan genial, siento decírtelo, Sarah me respondió a una pregunta que jamás me había planteado, tú no eres más que una mestiza entrenada, como el resto de habitantes de Dekú.
Por los ojos de Keyla pasa una leve sombra de sorpresa y odio, pero lo sustituye rápidamente por una levísima sonrisa.
- ¿Sabes cuál es la diferencia?, que como tu bien has dicho yo estoy entrenada, y ellos, no. Por lo que no te desvíes del tema y contesta a mi pregunta o me obligarás a investigarte y es algo de lo que no tengo muchas ganas. Porque utilizaré a la médium para ello, y eso sí que no te va a gustar.
- Sabes, si Sarah y tú os enfrentaseis, que doy por supuesto que va a ser así, ya que yo no te voy a decir mis planes y ella no va a dejar que la utilices sin presentar batalla, no estoy seguro de cuál sería el resultado. Ella tiene más Poder que tú, porque es única, lo que pasa es que no sabe usarlo.
- Exactamente por eso es por lo que quiero acabar con ella.
- ¿Quieres todo para ti sola, no?
- Es ley de vida, las razas inteligentes tenemos la fea costumbre de querer ser los mejores en todo, el egoísmo nos reconcome. Siento decirte que no era mi intención matarte a tí, Kesh. No pienses que eres el centro del mundo.
- Lo sé, sé desde un principio que tu intención es matarla a ella. Pero ahora yo la protejo, y tendrás que pasar por encima de mi cadáver.
- Espera ahora lo entiendo todo, has dejado a las claras de qué lado estás.
- Contaba con que te dieses cuenta tarde o temprano.
- Aún tengo otra pregunta.
- No te cortes- dice Kesh de forma sarcástica-.
- ¿Para qué la vas a usar tú?
Kesh le esboza a Keyla una de sus encantadoras sonrisas y ella enarca una de sus cejas.
- Eso, sí que no te lo voy a decir.
- Como quieras- dice Keyla a la vez que a la velocidad de la luz se teletransporta junto al cuerpo de Krystal.
Kesh se queda sólo en la habitación y entrecierra los ojos, sopesando opciones.