martes, 9 de febrero de 2010

La piedra de Thalis. Capítulo 9.

-Bien- comienza Shey- traigo buenas noticias. Creo, que sé donde está la piedra de Thalis- Todos lo miramos boquiabiertos- Sí, creo haberla encontrado. Ya que por tierra no había pista alguna, decidí buscar por mar y en Internet encontré que unos buceadores se habían topado con una piedra naranja resplandeciente. Fue investigada pero nadie llegó a una conclusión, ya que hace treinta años los equipos de buceo no eran muy buenos.
-¿Y no han investigado más? Quiero decir, no averiguan nada y lo dejan correr, ¿Así sin más?- dice Criss-.
-Criss, sólo era una piedra, grande, pero una piedra al fin y al cabo. ¿Por qué iban a abrir una investigación sobre una roca?- Criss asiente- Por otro lado- continúa Shey- Me es extraño que los Rakseine no sepan dónde está. Nosotros somos solo cinco, pero ellos serán muchos más.
-Pude que sí la hayan encontrado- dice Aly-.Y estarán esperando a que lleguemos para tendernos una trampa.
-Tienes razón- Shey asiente-, por eso iremos mañana Criss, tú y yo a ver la piedra.
-¡No!- digo yo- no soportaría perderos…
- Vamos Sarah- Criss esboza una sonrisa torcida-. ¿Crees que podrán con nosotros?
-Sinceramente, sí- dice Rue, Criss se vuelve hacia ella-. No tienes oportunidad de tumbarlos a todos.
-No vamos a estar mucho rato- la tranquiliza Shey-, lo comprobaremos y ya está.
Nos quedamos todos en silencio.
-Podríamos matar la tarde entrenando- dice Criss frotándose las manos- ¿Quién será el primero contra mí?
-Yo misma- dice Aly- yo seré la primera contra ti. Vamos fuera.
Rue, Shey y yo nos sentamos en el suelo del porche. Aly y Criss están en un campo de tierra, uno frente a la otra. Criss lleva su espada preferida en la espalda y Aly porta una pequeña daga en su mano derecha. Aunque Criss es el doble de grande que Aly, yo apuesto por el hada.
-Vamos- Dice Criss, haciendo un gesto con la mano para que Aly se acerque, ella sonríe- Ven.
Justo cuando Criss dice ven, Aly está a un paso de su espalda y murmura algún hechizo por lo bajo, rápido como el pensamiento Criss dice las palabras de otro que lo repele. Criss da un paso a su derecha, pero Aly se adelanta a sus movimientos, leyéndolos en la mente de Criss.
Criss desenvaina la espada y se abalanza sobre el hada, que se mueve en el último segundo, parando las estocadas de Criss con su espada. Está un rato así hasta que Aly saltá, le da una patada a Criss en el pecho y este pierde el equilibrio y cae al suelo. Aly inmoviliza a Criss y roza con la punta de su espada el cuello de este.
- Estás muerto- Le dice, sonriente, Criss refunfuña y se levanta- Sarah, ven, quiero practicar contigo.
-¿Yo? Pero, y-yo, n- no se luchar. Nunca he luchado- Aly hace un gesto con la mano para que vaya. Me levanto, vacilante, y me acerco-.
-Sarah, eres médium, como sabrás ya, tienes el don de la clarividencia, tan solo has de saber cómo usarlo. Intenta visualizar los movimientos de tu atacante y limítate a defenderte. Cuando lo veas desprevenido, ataca.
- Está bien, lo intentaré. Vamos.
Aly asiente, yo cierro los ojos e intento bloquar mi mente, para que Aly no pueda leer en ella mis movimientos. Creo que lo he conseguido.
- Muy bien, Sarah- Dice Aly-.
Aly va a venir hacia mí, lo veo. Con tan solo dar un pasito a la izquierda lo puedo esquivar, espero, y cuando la tengo casi enzima, doy el paso.
Estamos entrenando horas, Aly me ha ganado ya unas veinte veces, pero insiste en que sigamos hasta que le voy cogiendo el truco.
Es la hora de cenar y todos estamos hambrientos, por lo que pedimos unas pizzas y nos vamos a la cama.
Mañana Criss y yo trabajamos de cuatro de la tarde a once de la noche, por lo que irán a ver la piedra por la mañana.

Me levanto tarde, Rue ya se ha ido a clase, bajo a la cocina y veo una nota.

Sarah:
Criss, Aly y yo hemos ido a ver la piedra, volveremos sobre la hora de comer.
Shey.

Muy bien, por lo visto voy a pasar sola toda la mañana. Cómo me aburro me pongo a limpiar el salón. Estoy quitando el polvo cuando noto la presencia de alguien.
-¿Rue?- Pregunto, no obtengo respuesta, y, a pesar de que estoy segura de que no es Rue quien anda por ahí, pregunto- ¿Rue, eres tú?
>>Por lo general, no me llaman Rue, pero tú, puedes llamarme como te plazca- Una suave voz masculina resuena en mi cabeza, noto como mi cuerpo se paraliza, pero, aún así, consigo girar lentamente sobre mis talones- Hola, Sarah.
Trago saliva, lo tengo delante de mis narices. Noto como caigo al suelo y el me coge, entonces cierro los ojos y pierdo el conocimiento.

4 comentarios:

  1. Muy bonito Silvia:)
    Sigue así^^
    Un beso.

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  2. Gracias x comentar en mi blog, la verdad es q el tuyo pinta genial, cuando tenga tiempo leeré tu historia, con tu permiso te agrego a mis favoritos.
    Por cierto me encanta el aspecto de tu blog.

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  3. Yo también me alegro de haberte conocido:)
    Contigo me siento más identificada, y eso me pasa con poquísimas personas, porque...las demás no me entienden o me entienden muy poco.
    Me gusta hablar contigo cada día, espero que con el tiempo agarremos más confianza:)
    Y sí...la entrada es un poquito triste, pero es como me siento en este momento:(
    Gracias por todo.
    ¡Un beso!

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  4. Hola Silvia, me paso por aquí para recordarte que tienes que enseñarme el anexo de la historia...
    Espero que en cuanto lo hayas escrito me lo enseñes sino....mmm
    =)

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