jueves, 11 de febrero de 2010

La piedra de Thalis. Capítilo 10.

Cuando abro los ojos veo que estoy tumbada en mi cama. Me duele la cabeza. Miro a mi alrededor y veo a Kesh apoyado contra la pared, con los brazos cruzados delante del pecho y las piernas cruzadas. La viva imagen de la despreocupación, pienso. Me incorporo lentamente.
-Lo siento- dice, sonriéndome- No era mi intención que te desmayaras.
-Tu lo vas a sentir…- murmuro por lo bajo, llevándome la mano a la cabeza.
- Sí que lo siento- dice chasqueando la lengua, y avanza hacia mí- No me gustaría matarte- Sonríe dulcemente y me mira- No de un susto.
Le lanzo una mirada fulminante y se para dónde está.
- ¿Qué haces aquí?- Digo levantándome- Creo haberte dicho que te alejases de mí.
- Y yo creo haberte dicho que pensaras sobre algo.
- Te dije que no iría contigo ni aunque me fuera la vida en ello.
Eso es mentira, me digo a mí misma, ya lo creo que iría con él, hasta el fin del mundo.
Al instante siguiente me odio a mí misma por haber pensado eso. Kesh sonríe.
- Esque, te va la vida en ello- Dice acercándose un paso- ¿Habéis encontrado ya la piedra?
- No.
- Mientes.
- ¿Y tú que sabes si miento?- Enarca una ceja y se lleva el dedo índice a la sien (el mismo gesto que hizo Aly)- Bueno, y si miento, ¿A ti que más te da?
-Me importa porque en el momento en que tu piel roce la piedra de Thalis, os van a tender una trampa.
Entonces todo a mi alrededor de vuelve negro.

>> Shey crea una burbuja de aire a nuestro alrededor, aunque podemos caminar y respirar como en tierra firme estar viendo agua por todas partes me resulta inquietante.
Yo estoy a un paso de exacto de una roca de un naranja resplandeciente. Shey está detrás de mí, junto a Aly. Criss y Rue me cubren los flancos.
- Sarah, concéntrate. Tú tócala, haz lo que tengas que hacer y si vienen los Rakseine nos ocuparemos nosotros.
Asiento y alzo la mano, rozo la piedra.
Figuras negras aparecen en la burbuja de aire. El combate empieza.

Abro los ojos de golpe y comienzo a parpadear. Veo que estoy en brazos de Kesh y una sensación cálida comienza a recorrerme por dentro, pero cuando recupero el control de mí misma me separo de él lo más rápido que puedo.
- ¿Te desmayas con frecuencia?- me pregunta a la vez que se levanta de mi cama.
- No – Digo entrecerrando los ojos- Ha sido por tu culpa.
Sonríe.
- ¿Mí mísera presencia hace que te desmayes?
- Tú mísera presencia me pone histérica.
- ¿Mí mísera presencia te pone…?
- ¡Me pone histérica!- Grito, ruborizándome, siempre me pongo roja cuando me enfado, aunque no estoy segura de estar enfadada…- ¡Vete de mí casa!
- Me siento mal.
- Obviamente, te tienes que sentir mal, por haber matado a tía Martha, por no dejarme en paz y… ¡Por todo!
-No. Me siento mal por burlarme de ti con insultante facilidad.
Vuelvo a entrecerrar los ojos y Kesh muestra una sonrisa torcida.
-¿Y porqué ibas a decirme tú, un Rakseine, que tu hermandad nos va a tender una emboscada?, francamente, no lo entiendo…
- Ya te he dicho que no soy un Rakseine. Te lo digo porque así tenéis una oportunidad de vencer – dice, borrando su sonrisa y sustituyéndola por una máscara fría e impenetrable-.
- ¿Y qué te importa a ti si vencemos o no?- me dejo caer en la cama, sé que está diciendo la verdad y todo esto no me cuadra- No entiendo nada.
- Me es indiferente si los Rakseine se hacen o no con el Poder, y también me es indiferente si la reina Nélian se hace o no con él. Pero no soportaría perderte. Desde que te vi, Sarah, no soportaría perderte.
Kesh desaparece. Yo me quedo de piedra, tumbada en mi cama. ¿Es cierto de verdad que le importo? ¿Puede haber dejado a los Rakseine por mí? Tiene que haberlos dejado, sino no me hubiese dicho todo esto. Que lío me estoy haciendo yo sola…, no puedo controlar mis sentimientos, no estoy segura de lo que siento. Es cierto que me gusta Kesh, cada vez que lo veo mi corazón comienza a latir más deprisa. Adoro su sonrisa, sus ojos, tan negros como el azabache, fríos, pero ardientes a la vez. También siento una infinita repugnancia hacia él por haber matado a tía Martha. Odio sentirme así de confusa, no se si es amor lo que siento por Kesh, ya que es una sensación que no había experimentado antes y a ver como les digo yo a Shey, Criss, Rue y Aly todo esto.
``Veréis, en el centro comercial me encontré con Kesh, el asesino de tía Martha, y me dijo que me uniera a él, después me besó y se fue. Hoy ha venido a verme y me ha dicho que nos iban a tender una emboscada, a propósito, le quiero``.
Pues no, no puedo decírselo, es de tontos y enzima se enfadarían conmigo. Que lío, de verdad.

2 comentarios:

  1. Aveces es muy complicado decirles a las personas algo que para ellas es de locos pero que para ti es más que importante.
    Sigue escribiendo, me encanta el vocabulario que utilizas.
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Dios...como adoro hablar contigo y con Javi XDD
    Aish...estoy ansiosa por la carta^^
    Un beso, te quiero muchísimo:)

    ResponderEliminar