viernes, 2 de abril de 2010

7.

-Ah, Keyla. Ya has vuelto.

Keyla pasa al lado de la humana, sin pronunciar palabra.

-Pensaba que tardarías más en volver.

Keyla se detiene y gira su menudo cuerpo.

- Me subestimas, Tessa.

Tessa inclina su cabeza.

Tessa es la hija de el orto jefe Rakseine, Gandor. Ella y Keyla han sido amigas desde la infancia, pero aunque Tessa crea que ella es igual que Keyla, esta la maneja como quiere. Tessa es humana prácticamente, tiene algo de sangre de hada, pero muy poca. Su piel es morena, y su pelo rubio y liso. Tessa tiene los ojos grandes y alargados como las hadas, pero los suyos son verde oscuro. Es dos cabezas más alta que Keyla y tiene cuerpo de bailarina. Pelea bien, pero no es maga.

- ¿Has acabado con Kesh?- dice Tessa, levantándose de la silla.

Keyla la mira a los ojos, enarcando una ceja. Leyendo a las claras en la mente de Tessa que a ella le entraba una angustia impresionante al sopesar siquiera la muerte Kesh.

Keyla sonríe levemente.

-No, Tessa. Ahora mismo no me conviene matarlo.

-Keyla, los señores te dieron orden de matarlo.

- Sinceramente, me da un poco igual las órdenes que me den o me dejen de dar.

Tessa abre los ojos de par en par.

-Keyla, ¿Cómo te atreves a decir eso? Nosotras debemos cumplir con lo que nos dicen los jefes, y sus órdenes han sido claras. Te dijeron que tenías que matarlo hoy.

-Se perfectamente lo que me dijeron, no soy imbécil. Pero por ahora, me interesa mantenerlo con vida- dice Keyla, con una sonrisa en su angelical rostro-.

-Pero, tu no puedes desobedecer las órdenes de…

-Tessa, cállate ya ¿Quieres? Tú eres la primera que quiere que no muera Kesh para volver a tirártelo. A mí, libertad total, ¿Recuerdas?

Tessa se ve obligada a desviar la vista, incapaz de sostener por un momento más la mirada de los azules ojos de Keyla.

-Recuerdo.

A la cabeza de Tessa vienen imágenes de un día que encontró a Keyla lejos de la fortaleza, sentada en el suelo y realizando algún extraño conjuro.


>> - Keyla. ¿Qué haces?

Keyla se levantó, rápida como un rayo, con sus ojos, habitualmente de un precioso azul cielo, rojos como la escarlata. Tessa abrió mucho los ojos, de puro terror.

-¿Keyla…?

- ¡Tessa! ¿Qué haces aquí?

Keyla se acercó a Tessa, cogiéndola por su perfecto cuello y apretando, dejándola poco a poco sin respiración. Tessa manoteaba inútilmente, balbuceando que la soltase.

-Tessa, tú debes dejarme en paz. Si quieres seguir con vida, no tienes que estar siempre encima de mí. ¡Pasa de mí de una vez Tessa! No eres mi sombra, no intentes serlo. ¿Entiendes?

Tessa asintió apresuradamente, y la mano de Keyla entorno a su cuello se aflojó.

-Tú no puedes matarme, Keyla.

Los ojos de Keyla recuperaron su azul habitual. Y ésta sonrió de esa forma tan angelical propia de ella.

- ¿Estás segura de eso? Mira- dice Keyla, cogiendo a Tessa por el brazo y obligándola a acercarse al lugar donde ella estaba antes sentada. Tessa ve un bulto inerte, y distingue a Kesh tirado en el suelo, con un enorme corte que va desde su oreja hasta el final de su hombro izquierdo- le he hecho esto porque él me subestima, me trata como a una inferior. Casi lo he matado por contradecirme, y eso que es mi hermano. Imagínate lo que te haría a ti, Tessa, por espiarme.

Tessa tragó saliva, con los ojos abiertos como platos, y se dejó caer al lado de Kesh, que respiraba con dificultad y tenía sus ojos cerrados.

-Bien, os dejo. Recuerda, Tessa. A mí, libertad total.

Entonces Keyla desapareció.

Keyla sale airada de la habitación, con una forma de caminar muy típica de ella, dando pequeños saltitos y con una seguridad infinita, agitando tras de sí su larga cabellera llena de tirabuzones rojizos.

4 comentarios:

  1. :D Buen capitulo espero otro impaciente :D

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  2. Excelente entrada:)
    Cuidate Silvia^^

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  3. buenisimo capituloo ya me enganchaste!!

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  4. Sigue asi Divey. Por cierto, cuando quieras subes el debate eee.
    Bueno pásate y te quiero!!!

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